Los tiempos han cambiado, claro está, como también los niños, ya no son los mismos de hace años. Sólo hagan memoria de como eran los niños antes y comparen con la realidad actual.

Los niños de hoy son de otro mundo; son la generación más consentida que he conocido, aunque cierto es que mi horizonte no se extiende muy lejos. Aquellos que crecieron conmigo viendo Meteoro (Speed Racer) y el Auto fantástico en aquellas tardes de verano en las que el sol me ponía caliente y moreno, habrán tenido que aguantar aquella frasecita que dice "Es que los niños de hoy lo tienen todo". Nos lo dijeron tantas veces que terminamos por creérnoslo y sentirnos culpables. Qué hemos hecho para que esto suceda? Tanto han cambiado los tiempos?

Tengo dos hijos varones en casa. Entre ellos sin ir más lejos también tengo la ilustración perfecta para este artículo. Uno tiene 17 y el chiquitín 3 añitos. Existen 14 años de diferencia entre ellos que a parte de tener diferentes personalidades, el menor de ellos va en todo más rápido que el mayor.

Ellos, los dos, se lo encontraron todo hecho, y eso lo tienen que reconocer. Yo tuve que llorar años para que me compraran a veces algo, ya que mis padres (como todos por defecto ) se les hacía difícil complacerme. No sólo porque les faltaba a veces recursos económicos, sino por que no era bueno tenerlo todo, no tenían porque complacerme, es decir, no estaban obligados. Yo tenía que hacer méritos para obtener eso o aquello. Sin embargo ahora los muchachitos, argullen tener televisor propio en sus dormitorios, su computadora personal, eligen su vestimenta al ir de compras, etc. El mayor de los dos a diferencia mía, se las ingenia para tomarse sus tragos en reuniones familiares y de amigos, es más independiente en lo que le conviene, es libre en decir lo que piensa y no escatima como lo dice. El menor, pregunta hasta por las puras, razona y piensa mas rápidamente, tiene las palabras exactas para cada momento, maneja muy bien todo lo relacionado con los avances tecnológicos (computadora, control remoto, video juegos, dvd player, mp3., ipod, etc. Pareciera que lo hace por instinto, y algo de eso hay de cierto. Hace algún tiempo que leí que las nuevas generaciones de niños nacen con una "sabiduría genética" que viene a ser algo como una memoria hereditaria de cosas que los padres hemos aprendido con el tiempo y al concebirlos forman parte de su herencia genética.

Los niños de hoy , esos que ahora juegan al Gamecube, Play Station o a la Xbox , crecieron viendo dibujos que provocaban ataques esquizofrénicos, escuchando pedos y eruptos como sin nada. Estos niños tienen un ego y una autoestima peligrosos para la salud, y no parecen conocer el miedo. Cuando en mis tiempos, en el colegio, un mayor te daba una tunda o simplemente te amenazaba, tú callabas la boca y sin chistar le hacías caso. Igual el padre de familia era mas autoritario y le respetábamos, cosa que ahora si les alzamos la voz a los mocosos, nos refriegan en la cara sus derechos como niños. Muchos de ellos todavía llegan a veces al extremo de denunciar a sus padres o a sus profesores por haberlos "humillado".

Los niños de ahora sí que lo tienen todo. Para empezar saben que los ratoncitos son los padres desde que les salen los dientes de leche. Papa Noel también. Eso les permite extorsionarlos vilmente, a veces. Los niños saben que son hijos únicos, que sus dos padres trabajan y que los juguetes no tienen que repartirse ni entre los niños ni siquiera en esa misma casa, así que menos mariconadas. Y claro, la Play Station, la docena de DVDs, el teléfono móvil nuevo... Lo que tuve que sudar yo para mi bicicleta Spider con cambios, que ahora es que ni los juguetes son juguetes ya. La situación se empeora más cuando los padres son divorciados o separados, el muchachito sabe "jugar bien su partido" porque la manipulación es peor. Prácticamente hace que los padres compitan para "quién es el mejor Padre" e insinúan o lo dicen abiertamente lo que el otro le da para ganarse su cariño.

Este fenómeno era muy diferente en mis tiempos. El hijo tenía que "ganarse" el cariño de los papás y no al revés. Ha veces estamos tan separados de nuestros hijos durante la semana, dejándolos con la nana, que cuando llega el fin de semana o alguna celebración, no escatimamos en decirles a todo "sí" sin pensar en el mal que les estamos haciendo. Es preciso que apliquemos el "método de la cometa", es decir el tirar y aflojar de la cuerda de vez en cuando y sin exagerar yendo a los extremos.

Hay mas cosas que decir sobre esta nueva generación de niños, pero lo dejaré para otro artículo.