Hay que tener mala sangre o decirse sádico para llamar a una niña “España”. Me entero por los periódicos de tan grande metida de pata y veo la típica historia de gesto de agradecimiento fanatizado en una zona de catástrofe desde el último terremoto en el Perú, de esos alumbramientos que traen una luz de esperanza. Pero a la par, la tontería de los “en honor a” fastidiarán a una pobre niña recién nacida. En resumen: Una niña recién nacida se llamará “España” en honor a los voluntarios españoles que han ayudado al parto. es cierto que los padres tienen la potestad de llamarle a sus hijos como mejor les parezca, pero debe haber límites para esto. un psicologo de apellido Pogui años atras bautizó a su hija con el nombre de "Neurona H2O", y fue lamentable como puede haber gente tan mal de la cabeza para causarle un gran mal rato a la niña, pudiendo ser durante toda su vida. El responsable de los cooperantes españoles ha seguido el discurso que se debe realizar en estas circunstancias (gran alegría por el nacimiento, emoción en el cansancio, y demás sentimientos positivos), pero no entró a valorar la decisión de los padres de llamar a la niña España. Estoy casi seguro que jamás un madre española pondría a su hija "Perú" por cualquier motivo.
Entiendo el agradecimiento de los padres a ese grupo de voluntarios que se están partiendo la vida en el hospital de San Clemente, y que hay que reconocer el trabajo de atender a unas 800 personas (según sus datos) y estar trabajando en zonas difíciles, pero de ahí a fastidiarle la vida a la niña hay un trecho.
Una cantidad increíble de mujeres españolas podrían haber servido de homenaje para los españoles, y si nos ponemos “inmediatistas” y monárquicos (eso de los reyes siempre gusta a alguna gente, esa que lee prensa rosa y tal), Sofía, Letizia o nombres de ese estilo no hubieran ido tan mal a la recién nacida (Leonor no, por favor). Pero no, otra vez la huachafería tapa un bonito gesto.