El binomio cultura y progreso deberían de ir de la mano siempre en el desarrollo de cada país, de cada ciudad. Cuanto más culto sea un pueblo por ende el progreso vendrá siempre de la mano. A menos ignorancia, las cosas marcharán siempre mejor, tomaremos un mejor ritmo de vida, mejor alimentación y escoger lo que nos nutre. Hay que fomentar la lectura que cada día está venida a menos, los muchachos de hoy no gustan de la lectura y si leen, leen solo basura. Además poder escoger a nuestros gobernantes implica educación y cultura a la hora de sufragar. Cuidaremos de nuestro cuerpo y del ambiente en que vivimos. Existiría mas prevención y menos improvización en todo. No olvidemos que el progreso no siempre lleva consigo a la cultura. Cuando creemos que progreso significa erradicar campos verdes de cultivo o reliquias arquitectónicas para levantar en esos lugares edificios y empresas y/o fábricas, en donde está progreso? Hasta donde podemos llegar?

Por eso es importante resaltar la necesidad de mantener y rehabilitar, con esmero y rigor, todos aquellos vestigios y ecos de nuestro pasado, de nuestro legado ambiental, cultural, histórico-artístico… evitando caer en las trampas que cierta modernidad consumista e impía quiere imponer a toda costa, enarbolando la bandera pirata del "progreso".

Es hora de que los diversos grupos cívicos mantengan posiciones solidarias y procedan a organizar una ofensiva sistemática y permanente contra las innumerables arbitrariedades de la administración actual, en aras a evitar y detener la degradación y expolio que padecen numerosos espacios urbanos, rurales, litorales en nuestro territorio. Sin una unidad de acción en torno a unos objetivos específicos y concretos, es imposible hacer frente a la voracidad obscena e insaciable de una administración entregada a los intereses de ciertos grupos inmobiliarios, de ciertos grupos empresariales que carecen de la visión respetuosa por mantener las raíces culturales, ambientales e históricas. Tenemos en Perú un manantial de oportunidades, un sin número de posibilidades para evitar los excesos y llegar al canibalismo citadino como ocurre en otras partes del mundo, es nuestro deber dejar en claro nuestro punto de vista.