Cuando nos referimos a la VIDA DESPUES DE LA MUERTE, estamos cometiendo un pequeño error, VIDA DESPUES DE LA VIDA, sería el término mas apropiado porque la muerte es tan sólo un instante, un paso, una transición de una a la otra.

La posibilidad de la existencia de un espíritu inmortal que perdura mas alla de la muerte del cuerpo físico es algo que se han planteado gran cantidad de pensadores, filósofos y científicos a lo largo de la historia, Platón, Sócrates, Sto. Tomás de Aquino, Newton, Emanuel Swedenborg, Einstein, etc... Pero es en los últimos 30 años cuando el tema despierta el interés de la comunidad científica, sobretodo a raíz de la publicación del libro del Dr. Raymond A. Moody, “Vida después de la Vida”, donde se recogen multitud de testimonios de personas que relatan sus experiencias en situaciones de “muerte aparente”, o como otro autores han querido llamar “experiencias cercanas a la muerte”.

Hasta hace poco, los relatos sobre la vida en el "otro mundo" aparecían sólo en la literatura religiosa especial. Las revistas laicas y los libros científicos, como regla, evitaban estos temas. La mayoría de los médicos y psiquiatras rechazaban cualquier manifestación espiritual y no creían en la existencia del alma. Pero unos 20 años atrás, en lo que parecía el pleno triunfo del materialismo, algunos médicos y psiquiatras se interesaron seriamente por el problema de la existencia del alma. El inicio del cambio se debió al libro del Dr. Raymond Moody "La vida después de la vida," que salió en 1975 y causó un gran revuelo. En este libro Dr. Moody recogió una serie de relatos de las personas que pasaron la muerte clínica. Los relatos de algunos de sus conocidos incitaron a Dr. Moody a internarse en el problema del proceso de la muerte. Cuando él comenzó a juntar datos, para su asombro vio que existían numerosas personas que durante su muerte clínica tuvieron visiones extracorporales. Ellos generalmente no las contaban para que no se burlen de ellos o no los consideren locos.

La persona adulta mayor sabe que el tiempo en que va a experimentar la transición está cerca. Inconcientemente el anciano se va preparando aunque sea agnóstico o no crea en la otra vida. Su actitud a lo que le resta de vida es otra. Tal como la Naturaleza va proveyendo al niño de su adaptación a la vida, lo mismo lo hace con el anciano porque le va creando una nueva infantilidad, puesto que como ya no se encuentra en edad de progenie y ha ido perdiendo las pasiones, se interesa sólo en las vitalidades de su propio ser y las cuestiones de la edad madura ya le parecen superfluas, cuando también las muchas de las veces hasta cómicas. Todo esto en el anciano termina en la denominada postura demencial senil, en ese delirio de ensimismamiento y deslinde de responsabilidades mundanas.

La Vida después de la Vida no es sólo la VIDA ETERNA. La vida eterna es la clase de vida de Dios. Esto es eterno porque él es eterno. Nunca nada podrá separar al creyente en Cristo de aquel quien nos ama. Él nos dio su regalo gratuito de la vida eternal en el momento que nacimos espiritualmente, y esto nunca se puede perder (Juan 3:15-16, 36; 6:47; 10:28). Esto es una vida infinita, y nunca nadie la te la podrá arrebatar. Allí no hay fronteras finales para la vida eterna.

La vida eterna es conocer a Dios personalmente a través de su hijo. Esto es tener una relación continua personal intima con él a través de la fe en Cristo. Nosotros no ganamos la vida eterna; esto es un regalo gratuito recibido cuando nosotros admitimos que somos pecadores, nos arrepentimos y cuando creemos en Cristo solo. Ahora bien, la vida eterna no comienza con la muerte. La Vida eterna es el estar en gracia de Dios desde la vida misma, es congraciarse con el Creador, es mucho mas que la vida sobre la Tierra y después de ella.

Para los que desconozcan sobre el tema, quieran conocer más o simplemente contar con una apreciación no religiosa al respecto, les recomiendo consultar la obra de Eugenio Tait "La Muerte"