Los niños depresivos: Problema reversible
Publicado por GRUPO LOBO | Etiquetas: familia, psicología | Posted On viernes, 8 de febrero de 2008 at viernes, febrero 08, 2008
Los niños no nacen con una comprensión inherente de lo que nosotros creemos una conducta aceptable. Esta debe adquirirse con el tiempo mediante un proceso de enseñanza y aprendizaje. Nosotros somos los profesores. Es tarea nuestra el comunicar nuestros mensajes de una forma clara y comprensible para ellos. El proceso es universal. Todos los padres lo hacen así, enseñamos las reglas de nuestra familia, nuestra sociedad y finalmente nuestra cultura. Nuestro trabajo comienza enseguida, tan pronto como los niños dan sus primeros pasos. Recordemos que nuestros métodos puede que sean diferentes a los que nuestros padres nos enseñaron, pero todos empleamos las mismas herramientas básicas para hacer comprender nuestro mensaje; nuestras palabras y nuestros actos. Ambas deben de estar relacionadas para que los niños las tomen en serio, pero la mayoría de nosotros somos más conscientes de nuestras palabras que de nuestros actos, por eso a veces, sucede que no tenemos una comprensión entre niños y adultos, y entonces provocamos que los niños empiecen a basar sus creencias en su experiencia.
La capacidad para comprender las necesidades de los niños, se pone a prueba conforme los chicos crecen, cambian de amistades y circunstancias. En determinado momento todos los adultos nos sentimos confundidos y desanimados. Los niños y adolescentes pueden llenarnos de orgullo, y al mismo tiempo, irritarnos y desanimarnos. Me concentraré en algunas inclinaciones emocionales y de carácter que más suelen confundirnos.
La capacidad para comprender las necesidades de los niños, se pone a prueba conforme los chicos crecen, cambian de amistades y circunstancias. En determinado momento todos los adultos nos sentimos confundidos y desanimados. Los niños y adolescentes pueden llenarnos de orgullo, y al mismo tiempo, irritarnos y desanimarnos. Me concentraré en algunas inclinaciones emocionales y de carácter que más suelen confundirnos.
- Los niños rebeldes.
- Los niños sensibles y silenciosos.
- Los niños mentirosos.
- Los niños nerviosos y hiperactivos.
- Los niños depresivos.
Consulté a una amiga psicóloga sobre esta tipología del universo niño y coincidió conmigo que lo que mas preocupa a los padres hoy en día es tener un hijo depresivo. Me dijo que antes se creía que sólo los adultos sufríamos depresiones, pero estudios actuales demuestran que hasta el más pequeño puede ser víctima de una depresión. La depresión no se limita a un niño triste; varía mucho. Mientras que unos tienen períodos largos de melancolía y malestar, otros les va y les viene por temporadas, debido a las sucesivas fuentes de tensión.
Es triste pensar que aquí están incluidos muchos de los suicidios de los adolescentes y por desgracia van en constante ascenso. Parten de que estas depresiones nunca fueron tratadas a tiempo o nunca se diagnosticaron. Esto se ve reflejado en países desarrollados mas que en los que están haciéndolo. Esto promovido a que los padres estan mas tiempo en lo suyo y el niño a peasr de tener todas las comodidades se sientes vacíos por dentro, anhelan el cariño y la presencia de sus progenitores, sobre todo en situaciones difíciles.
Características del niño depresivo
- Pérdida de interés en actividades normales. Prefiere estar solo. Se cree que los grupos le rechazan. No le preocupa nada, aún encontrándose en un estado nervioso.
- Apatía hacia todo lo que le rodea. No desarrolla ninguna actividad, ni quiere ayudas y si las admite, lo hace de mala gana.
- El futuro lo ve de forma negativa y toda clase de reglas le parecen inútiles, las deja a un lado. La depresión puede ser una reacción a las dificultades experimentadas en algún aspecto de la vida: fracaso en deportes, tensiones familiares, etc...
- Falta de competencia y cierta irresponsabilidad en una serie de funciones.
- No capta su valor personal, convenciéndose de que valen menos que los demás, lo que provoca que no ofrezcan su ayuda, quebranten las reglas, no aceptan que los errores pueden corregirse, niegan la necesidad de aprender, culpan a los demás de sus fracasos, etc... Esto demuestra que la depresión provoca inmadurez emocional en los jóvenes. Como no comprenden el valor de las personas, tampoco son capaces de acercarse a los demás; viven en solitario, lo que provoca que su vida carezca de sentido.
- Expresan torpemente sus emociones. La capacidad de expresar abiertamente los sentimientos es una de las mejores herramientas para enfrentarse al desaliento emocional. Los niños deprimidos carecen de esta habilidad. Algunos no comunican sus problemas, porque piensan que éstos desaparecerán y otros lo intentan, pero los malinterpretan, provocándoles una frustración y se cierran por eso a la comunicación para evitar desilusiones.
Podemos descubrir su conducta depresiva observando cómo estos niños discuten por todo, a veces incluso haciendo chantaje a los adultos. Se quejan de malestar físico para demostrar su malestar emocional. Les aumenta la conducta de riesgo (delitos juveniles, drogadicción, alcoholismo y otras formas de conducta peligrosas y arriesgadas). Aunque ellos saben que estos patrones de conducta no son saludables y deben evitarse, los practican porque su depresión les convence de que ningún riesgo, daño físico, social o legal, puede ser peor que su dolor emocional. Esto es lo que hace que se les escape el propósito y significado de la vida.
Qué hacer como padres?
1) Durante la niñez, hay que mentalizar al niño haciéndole comprender quién es, cuáles son sus talentos y habilidades; lo que provocará que aproveche sus capacidades para que su vida sea productiva y satisfactoria.
2) Intentemos quitarles los pensamientos negativos que tengan hacia ellos o hacia los demás.
3) Eliminemos las fuentes de tensión que podamos, escuchándoles detenidamente, poniéndonos en el lugar de ellos y cuando nos cuenten que se han equivocado o evidenciemos algún error que hayan cometido, no les critiquemos, ni les castiguemos; adecuémonos a que la necesidad del niño en ese momento es un consejo para la próxima vez; no gritemos, ya que les provoca una reacción hacia dentro y no volverán a sincerarse con nosotros.
4) Ayudémosles a participar sin presionarlos, sin ordenárselo y después no hay que olvidar elogiarlos. Para estos niños, son muy importantes las recompensas espontáneas. Debemos prestar más atención a lo que hacen bien y no cuando ocurre lo contrario.
5) Los niños y adolescentes mencionados, llegan a comprenderse a sí mismos a partir de sus relaciones con las personas importantes para ellos, tales como los padres, o cualquier otro adulto que los escuche. Esto puede ser la clave para sus buenos cambios de conducta.
Metámonos en su mundo, seamos parte de sus pequeñas vidas y lograremos de nuestros hijos el control y la satisfacción de haber realizado lo correcto para el futuro de sus vidas.
alguien que me ayude? chica de 14 años._