El Dolor de una Madre
Publicado por GRUPO LOBO | Etiquetas: religión | Posted On jueves, 20 de marzo de 2008 at jueves, marzo 20, 2008


Pero no nos olvidemos que Jesús tuvo a María por madre. Ella conocía desde el principio en que iba a terminar la vida de su hijo. Quizás no cómo, pero sabía que su paso por la Tierra, no le iba a proporcionar la alegría de ser abuela, de compartir la vida en familia como los otros. Qué sufrimiento tan desbastador el saber que su hijo unigénito ese jueves santo comenzaría a escribir sus últimas horas de entrega que todos conocemos y que muy pocos comprendemos y valoramos.
La imagen de la Cruz, con la Virgen María cargando a su Hijo muerto en su regazo, es una imagen sumamente conmovedora. Le decimos la Pietà, la Piedad, expresando el amor y el dolor de la Madre Santísima. Recoge esta obra de arte un significado trascendental, el amor que existe hacia el hijo y el dolor de perderlo.

María no sólo nos invita a imitarla en nuestra participación en la Pasión de Cristo, sino que nos acompaña. San Juan presenta de una manera bellísima cómo Jesús le da María a Juan como Madre y le da Juan a María como hijo (cf. Juan 19, 25-27).
En este regalo de nueva madre y nuevo hijo entendemos que Juan representa a toda la Iglesia. Por lo tanto, María se convierte en la Cruz en Madre de todos los seguidores de Jesús, de todos los que son para El "discípulo amado", el nombre que el Cuarto Evangelio le da a Juan.
No es para hacerles sentir tristes que saco hoy el tema del dolor. Si existe en sus vidas, y existe en toda vida humana, no es porque yo esté escribiendo sobre este. Lo que quiero sugerir es que María nos ofrece una manera de ver y experimentar el dolor y la tristeza que nos puede llenar de esperanza. Nos ayuda nuestra Santa Madre a darnos cuenta que si es la Cruz de Jesús que cargamos, entonces no tenemos razón para desesperarnos, ya que la Cruz es, como se le ha dicho en la tradición nuestra spes unica, es decir, nuestra "única esperanza".
Publicar un comentario
NO TE OLVIDES DE HACER TU COMENTARIO